jueves, 7 de mayo de 2015

Auto reparacion de robots

Sus robots están formados por una serie de cubos modulares llamados "molecubes", cada uno de los cuales contiene una maquinaria idéntica y el programa informático completo para la reproducción. Los cubos tienen electroimanes en sus caras que les permiten pegarse y despegarse entre sí de manera selectiva. Un robot completo está formado por varios cubos unidos. Cada cubo está dividido en el centro por una larga diagonal que le permite a un robot compuesto por varios cubos doblarse, reconfigurarse, manipular otros cubos y, por ejemplo, doblarse en ángulo recto.

Para empezar la replicación, la pila de cubos se dobla y pone encima de la mesa el cubo superior. Entonces se dobla a un lado u otro para recoger un nuevo cubo y lo deposita encima del primero. Repitiendo el proceso, puede crearse un robot compuesto por una pila de cubos igual al primero. Dado que un robot no puede alcanzar la parte superior de otro robot de su misma altura, el robot construido ayuda al proceso completando su propia construcción.

Robot autorreproducción
Hod Lipson muestra algunos de los cubos modulares del robot. (Foto: Kevin Stearns/University Photography)
Hod Lipson, del laboratorio de Cornell donde los robots fueron construidos y probados, sugiere que la idea de hacer robots auto-replicables a partir de módulos autónomos podría aplicarse a la construcción de robots que podrían auto-repararse reemplazando sus módulos defectuosos. Por ejemplo, enviados a explorar Marte, podrían llevar un suministro de módulos de repuesto para la reparación o reconstrucción necesarias, permitiendo misiones más flexibles, versátiles y robustas. La auto-replicación y auto-reparación también pueden ser cruciales para los robots que trabajen en ambientes donde un humano no podría sobrevivir.

Exactamente qué se califica como "auto-replicación" está abierto a discusión, admite Lipson. Por ejemplo, los seres humanos se reproducen pero no se auto-replican, dado que su descendencia no es una copia exacta del original. Y, en muchos casos, la habilidad de reproducirse depende del ambiente. Los nuevos robots del laboratorio de Lipson también son muy dependientes del entorno, y adquieren su energía a través de contactos en la superficie de la mesa, no pudiendo reproducirse a menos que los experimentadores los "alimenten" proporcionándoles módulos adicionales.

"Aunque las máquinas que hemos creado son todavía simples en comparación con la auto-reproducción biológica, sí demuestran al menos que el mecanismo de la auto-reproducción es posible en robótica, y no exclusivo de la biología", argumentan los investigadores. 

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