El creciente desarrollo de la tecnología y
su cada vez menor coste serán dos de los principales responsables de
que en un par de décadas, a más tardar, gran parte de los puestos de
trabajo hoy ocupados por el hombre desaparezcan para dar paso a la hegemonía de las máquinas.
Aunque es algo que ya tenemos presente en nuestro día a día, con
multitud de labores ejecutadas antes por la mano humana y que hoy
dependen de un ordenador conectado a internet (véase las ya comunes
gasolineras con surtidores automáticos), parece impensable que en no más
de 20 años un 47% de los puestos de trabajo en EE.UU. estén en «serio riesgo de desaparecer» a consecuencia de la evolución tecnológica.
Así lo asegura un estudio desarrollado hace escasas semanas por la Universidad de Oxford denominado «El futuro del empleo: ¿Cuánto son susceptibles de automatización los trabajos?»
que analiza los «riesgos» del creciente desarrollo tecnológico para el
mercado laboral estadounidense, aunque sus conclusiones bien podrían
extrapolarse al resto del mundo. Así pues, según las estimaciones de los
investigadores, un 47% de los puestos de trabajo se encuentra ya en
«peligro de extinción», una situación cuando menos preocupante sobre
todo si tenemos en cuenta que los primeros empleos en desaparecer serían
aquellos que hoy requieren escaso nivel educativo y poca preparación previa.
Los autores del estudio justifican
este a priori trágico desenlace para nuestro mercado laboral por el
hecho de que la implementación de la tecnología tendrá como consecuencia
un descenso cada vez mayor en el precio de los ordenadores. Citando al
economista John Maynard Keynes,
quien ya aseguró que llegaría un momento en que la evolución
desembocaría en el fin de determinados empleos, los expertos aseguran
que «tal y como viene ocurriendo desde hace décadas, la tecnología
seguirá sustituyendo» al hombre en una ingente variedad de actividades.
Labores mecánicas
Entre sus conclusiones, los autores
muestran la certeza de que entre aquellos trabajos en los que será más
fácil acabar con la intervención humana se encuentran las tareas mecánicas y manufacturadas como puede ser la producción industrial. Uno de los ejemplos que se cita para demostrarlo es el caso de la empresa General Electric,
donde un elevado número de máquinas ejecuta con alto grado de éxito
complejas tareas que antes eran llevadas a cabo por trabajadores de
plantilla.
«Los vehículos autónomos serán mucho más seguros»
«Este tipo de avances -prosigue el
informe- están contribuyendo a acelerar la bajada del precio de la
tecnología. Desde la década pasada el precio de los robots ha descendido hasta en un 10%
y se espera que el descenso se acelere, lo que incrementará el número
de usuarios». El estudio cita para ello otro ejemplo, en este caso a la
empresa Foxconn, la fábrica que elabora el iPhone de Apple y que ya ha
comenzado a invertir en máquinas destinadas a la ensambladura de
productos. «A medida que el coste de las máquinas disminuya y la
capacidad tecnológica aumente, la tecnología sustituirá gradualmente a
un elevado número de ocupaciones como pueden ser la preparación de
alimentos, los cuidados sanitarios o la limpieza».
Retos pendientes
Sin embargo, es evidente que al mundo de la tecnología le
queda todavía mucho que hacer si quiere ganar puestos en su competición
con el hombre. Como indican los expertos, las máquinas cuentan hoy con un reto importante: alcanzar la profundidad y la amplitud de la percepción humana.
Mientras que la identificación de formas geométricas está
bastante conseguida, todavía quedan grandes barreras que salvar en el
campo de la percepción, como la identificación de objetos. «Aunque se
han producido avances, las soluciones hoy día suelen ser poco fiables en
este campo, un problema que no estará resuelto, previsiblemente, hasta dentro de un par de décadas». Del mismo modo, también será ciertamente complejo conseguir el éxito tecnológico en aquellos trabajos basados en la creatividad: «Nos
parece imposible que labores como escribir un poema o pintar puedan
automatizarse en las próximas décadas», aseguran los autores.
Trabajadores de los sectores del transporte y logística,
empleos de oficina, tareas de apoyo administrativo, limpieza... son
,según este estudio, puestos de trabajo en «serio peligro». ¿Significa
esto que no podemos hacer nada ante este imparable 'boom' tecnológico?
Tomarlo como una amenaza puede ser, para muchos, un craso error que nos
impida pensar en los nuevos puestos de trabajo que están por venir y
que, al menos durante un tiempo, solo la mano del hombre será capaz de
desarrollar.
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