domingo, 26 de abril de 2015

Mi relacion con los robots

Mi relacihttps://www.blogger.com/blogger.g?blogID=6112728418007955104#editor/target=post;postID=2822024350584980684ón con los robots no es buena y con los chatbots es aún peor. Pero a pesar de los momentos difíciles y conversaciones absurdas en ocasiones he logrado aprender algo de las interacciones con ellos. Ayer conocí al «Dro Teks» gracias a un enlace que encontré en uno de las webs de Ĵeromo. Me decidí a intercambiar algunas palabras con «Dro Teks» sólo por curiosidad y porque habla esperanto pero la conversación no duró mucho. No soporte la insistencia alineada al procedure del «Dro Teks» sobre problemas psíquicos. Creo que no lo visitaré una próxima ocasión. Pero la vuelta de los chatbots a mi vida me ha hecho preguntarme si estos chatbots podrían tener alguna utilidad más allá de ser una curiosidad? ¿Podrían ser útiles en el aprendizaje de idiomas? A esto es a lo que le sigo dando vueltas. «Mi relación con los robots».

La robótica ha tenido casi siempre mala prensa pero ahora nos encontramos en un punto de inflexión al haber comprendido que es nuestra aliada. El origen de esa mala relación estuvo ligado a la construcción de artefactos que en cierta manera trataban de reemplazar el trabajo de nuestros congéneres y ello levantó suspicacias. No hay que irse muy lejos en el tiempo para recordar cómo por ejemplo muchos de los operarios de las distintas cadenas de producción en la fabricación de automóviles miraban con recelo cuando pasaban a ser sustituidos por las máquinas…
Sin embargo los tiempos afortunadamente cambian y hoy se puede decir que hombre y el robot mantienen una relación más que satisfactoria sobre todo en el campo de la medicina, pero sobre todo muy beneficiosa en el ámbito de la rehabilitación donde en España empiezan a darse avances significativos.
Sin embargo antes de entrar en materia seguro que te has preguntado alguna vez cuáles son las características de la robótica. Se trata de una rama de la tecnología que se caracteriza por el empleo de máquinas controladas por ordenador, que están programadas para moverse,  manipular objetos y que interactúan además con su entorno. Casi como los humanos ¿verdad? Y ojo, que ya no se puede argumentar que estas ‘máquinas’ no tienen corazón, porque la tecnología ha conseguido ya que muchos de estos artilugios sean capaces de emocionarse, sentir y pensar. Hacemos un inciso y os mostramos por ejemplo el último hito en este campo Rex, el robot más parecido al humano: con corazón, sangre, nariz, piernas y boca.
Si hacemos un poco de feed-back el nacimiento de la robótica se sitúa en la década de los 60,  siendo su máximo exponente en España Leonardo Torres Quevedo, a quien se le debe en 1912 la creación del primer robot capaz de hacer ‘jaque mate’ a cualquier humano que le pusieran enfrente.  Aunque mucho antes, Aristóteles y Leonardo Da Vinci habían sentado en cierta forma las bases de todo un complejo mundo que en el ámbito de la medicina está logrando por ejemplo que personas con problemas medulares o afectados por accidentes cerebrovasculares puedan andar a través de lo que se denominan exoesqueletos.
José Luis Pons,  quien dirige el grupo de Bioingeniería en el CSIF, es probablemente una de las personas que más conocen sobre estos dispositivos en España. De su mano se ha acercado  imatv a la Semana de Robótica celebrada en la Universidad de Alcalá de Henares, poniendo bajo el foco la difícil relación entre el hombre y la máquina en una interesante conferencia donde presentó  estos dispositivos tan beneficiosos hoy para para los humanos.
Para haceros una idea los exoesqueletos, tal y como se aprecia en la imagen que ilustra este post, son armazones metálicos externos que ayudan a moverse a su portador para que realice cierto tipo de actividades aumentando la independencia de pacientes con enfermedades también tan duras como el Parkinson. Así en este apasionante mundo casi de ciencia ficción hay dos tipologías de dispositivos bien diferenciados: los neuro-robots y las neuroprótesis que facilitan la vida de estos pacientes bien con mecanismos externos que los ayudan en su movilidad diaria, o bien gracias a implantes en las neuronas haciendo que  estas sean las que finalmente respondan y activen los movimientos, recuperando así las capacidades cognitivas.
Una realidad palpable porque ya hay robots que están decodificando e interpretando impulsos y los están transformando en movimiento.  Tim Hemmes, es el  primer tetrapléjico que mueve un brazo robótico mediante el poder de su mente.
Por lo que no queda la menor duda, como argumenta el propio José Luis Pons, de que podemos considerar ya a los robots como nuestros auténticos aliados.

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